Por Carlos M-Castro
¿De cuántas formas distintas se puede contar una misma historia?
Un desocupado con ciertos desórdenes de socialización y acceso a internet, infra-centésimo-cuadragésimo-caractérico, habría escrito (y publicado, en tiempo real) algo más o menos así: «Evento de #Microliteratura en #ElPanal exitoso. @7tojil se lució, #BuenDescuere. Sonido falló un poco. Público no muy amable, #MuchoRuido». O quizá: «Microchupame las microbolas. #AhoraElPolvoDeGalloEsTuaniPues».
Uno de nuestros imprescindibles periodistas cool-turales a lo mejor rellenaba una hoja (una o dos columnas por tres a cinco pulgadas máximo de espacio muerto) con una foto de los participantes y este texto al pie: «Anoche un grupo de chavalos escritores leyeron parte de sus creaciones originales en un bar capitalino. Al evento, organizado por Alberto Sánchez y que tenía por objetivo promover la microliteratura en Nicaragua, asistió un público nutrido y variado. ¡Viva la lectura!».
Alguna pluma milagrosa, heredera directa de Guerriero o Caparrós, futura consentida de Etiqueta Negra, Gatopardo, El Malpensante o los domingos de El País, pergeñaría su pieza iniciando probablemente con frases de este talante: «A esta hora en Managua el gusto cede sus derechos a la necesidad de frescura. Un hombre gordo paladea negligentemente su cerveza servida en vaso de vidrio directo de la botella de litro; su expresión es de amargura. Pero no es el líquido ámbar, que, aunque no está realmente helado, sí tiene al menos sabor suave —lager, después de todo—, lo que le hace arrugar el rostro. Tampoco la conversación cansina de su acompañante, un flaco moreno visiblemente más joven que él. Sentados a una mesa al fondo de este local mal iluminado que soberbiamente ostenta el título de 'café concert', zapato que parece quedarle grande, nadando, estos dos hombres que sin ninguna pretensión intelectual vinieron a El Panal a enjuagarse el estrés laboral con chorros de malta escurridos por el gaznate recién se enteran de que esta noche habrá una lectura de… “¿Qué putas dijo ese maje?”. “No sé, esos puetas solo mierdas son; ni ellos mismos se entienden”. El gordo y el flaco se resienten. Maldicen. Putean. Su confort ha sido corrompido. Quieren obligarlos a oír. A escuchar. A pensar. No cederán tan fácilmente. Resistirán…». El texto, por supuesto, se titularía algo así como: «Gordo y Flaco contra Papá Pitufo».
Bueno, seguramente las posibilidades son infinitas. O al menos de varios miles de millones. Queneau sabrá mejor. No nos pondremos a hacer ejercicios de estilo. Ni periodismo potencial, oulipiense.
El caso es que, a decir de Alberto Sánchez Argüello, autor de al menos un par de libros de ficciones de un tuit de extensión como máximo (140 caracteres incluidos espacios), sin duda un pionero en este formato en Nicaragua, el jueves 1 de noviembre de 2012 se realizó la que probablemente haya sido la primera lectura pública consagrada a la microliteratura —pez resbaloso— en este país centroamericano. Ese día, esa noche, poco después de las 7.00, a como se había programado, alrededor de una veintena de autores de las más diversas texturas y con trayectorias muy desiguales en el petit monde littéraire de Nicaragua; desde inéditos y desconocidos, hasta premiados y multieditados, bien que guardados en 'secreto', sin obviar los muy conocidos pero jamás publicados, visitantes inocentes de la literatura; se enfrentaron en promedio por cinco minutos cada cual con un público algo difícil que a ser sinceros no parecía haber llegado con «el corazón levantado» hacia las letras. En fin, aunque la mona se vista de minifalda de seda…
Sánchez Argüello, impulsor y organizador de este evento, y a quien alguien en plan de inocente broma llegó a llamar Papá Pitufo, en referencia a esos pequeños seres azules de nuestra infancia (los demás participantes), metáforas quizá de los microtextos, promete seguir inyectando grandes dosis de energía al incipiente movimiento microliterario en Nicaragua.
Desde su cuenta en Twitter, @7tojil, dará a conocer los próximos pasitos.
Nosotros, por nuestra parte, pediremos otra ronda.
PD: este sábado 10 de noviembre pendientes en este blog de la publicación de un PDF con los textos leídos esa noche